- Con una estrategia territorial enfocada en zonas subnormales y de difícil gestión, Air-e Intervenida ha capacitado a más de 105.000 usuarios en Atlántico, Magdalena y La Guajira sobre el uso eficiente de la energía. Las jornadas, desarrolladas casa a casa, buscan promover el ahorro, reducir riesgos eléctricos y fortalecer la conciencia comunitaria sobre este servicio público esencial.
En el marco de su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar de las comunidades, la empresa Air-e Intervenida ha capacitado a más de 105.000 usuarios en prácticas de uso responsable de la energía (URE) en lo que va del año, mediante una estrategia pedagógica que prioriza zonas subnormales y de difícil gestión en los departamentos del Atlántico, Magdalena y La Guajira.
La iniciativa, basada en un esquema de acompañamiento puerta a puerta, contempla la realización de hasta 30 visitas diarias por parte de equipos sociales de la compañía. Durante estas jornadas se socializa una cartilla educativa que promueve el uso adecuado de los electrodomésticos, brinda recomendaciones frente a riesgos eléctricos como cortocircuitos y orienta sobre formas efectivas de ahorro energético.
El Atlántico es el departamento con mayor número de usuarios capacitados, con un total de 49.842 personas beneficiadas, seguido de La Guajira con 32.282 y el Magdalena con 23.835. Esta cobertura refleja el alcance territorial de la estrategia y su enfoque en comunidades con limitaciones en infraestructura eléctrica formal.
La respuesta de los beneficiarios evidencia el impacto positivo del programa. “Me dieron a conocer recomendaciones que no tenía en cuenta, como apagar las luces cuando no se requieren e instalar bombillos tipo LED”, expresó Manuel Corro, habitante del barrio La Paz, en Barranquilla. Por su parte, Miladis Juliao, también residente de este sector, destacó la utilidad de las orientaciones recibidas: “Nos enseñaron qué hacer en caso de emergencias, cortos circuitos y cómo deben instalarse correctamente las redes eléctricas internas en nuestras casas. Esto nos ayuda a prevenir riesgos y a reducir el valor de las facturas”.
Desde la dirección de Gestión Comunitaria y Desarrollo Territorial, Víctor De Luque señaló que esta labor no solo busca mejorar la eficiencia energética, sino promover una transformación cultural en torno al uso consciente del servicio. “Cada puerta que tocamos no es solo un medidor menos en riesgo; es una oportunidad para encender conciencia. La eficiencia energética no es un tecnicismo, sino un acto de cuidado mutuo: protege el bolsillo, reduce riesgos y enciende dignidad”, afirmó.
Air-e Intervenida proyecta la continuidad de esta estrategia a lo largo del segundo semestre del año, reforzando su compromiso con la educación energética y la construcción de comunidades más seguras, informadas y resilientes frente a los retos climáticos y sociales de la región Caribe.