- La Gobernación del Atlántico, junto a Ruta Costera y la ANI, lidera intervenciones técnicas para restablecer el tránsito por el puente afectado por socavación. El primer carril estará disponible a inicios de junio y la obra completa finalizará en julio.
Con el objetivo de restablecer lo antes posible el tránsito vehicular entre Barranquilla y Cartagena, avanzan a buen ritmo las obras de rehabilitación del puente Juan de Acosta, ubicado sobre la Vía al Mar. Así lo confirmó el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, durante una inspección reciente al lugar de la emergencia.
La afectación se originó el pasado 10 de mayo por una socavación en el acceso sur del puente, generada por el desvío del cauce del arroyo Juan de Acosta a causa de sedimentación. Esta desviación provocó un golpe directo sobre la estructura de aproximación, lo que comprometió la estabilidad del pavimento.
Verano informó que, gracias al trabajo conjunto entre la Gobernación, el concesionario Ruta Costera ISA y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), se proyecta habilitar un primer carril durante la primera semana de junio. Para mediados de julio se prevé la culminación de las obras y la reapertura total del puente.
“Estamos comprometidos con dar una solución estructural y duradera. ISA ha contratado expertos que nos han explicado las causas y las acciones necesarias. Pedimos paciencia a los usuarios mientras se trabaja con intensidad para resolver esta situación”, afirmó el gobernador.
Por su parte, el secretario de Infraestructura del Atlántico, Azael Charris, destacó el acompañamiento técnico y administrativo que la Gobernación ha brindado desde el inicio de la contingencia. “Hemos articulado esfuerzos con la ANI y el concesionario para lograr soluciones definitivas que garanticen la seguridad vial del puente”, señaló.
Intervenciones técnicas y soluciones definitivas
El ingeniero Alberto Durán, gerente de Suelos Ingeniería S.A.S., empresa contratista encargada de la intervención, explicó que el puente no presenta daños estructurales. Sin embargo, para evitar futuras afectaciones, se está construyendo una pantalla de columnas de suelo-cemento a lo largo de la aleta sur, con una profundidad de seis metros. Esta barrera reforzará la base del puente y mitigará los efectos del arroyo.
Además, se están instalando micropilotes de 18 metros de profundidad que estabilizarán la cimentación, y se colocarán geobloques que no ejercen presión lateral, para prevenir deformaciones en el terreno. Como complemento, se inyectará concreto fluido en las zonas erosionadas, consolidando una estructura más robusta y segura.
“El desvío del arroyo impactó directamente la aleta sur en sentido Barranquilla–Cartagena, lo que desplazó las partículas del estrato arenoso y causó el colapso del relleno. Con las soluciones implementadas, evitaremos que este fenómeno se repita”, explicó Durán.